La primera prueba de liderazgo es saber si alguien te está siguiendo, muchas veces tendemos asociar los títulos y posiciones con liderazgo y no es así, tener autoridad no te hace líder, el verdadero líder se reconoce por la cantidad de seguidores, son estos los que influyen, e inspiran a ser seguidos.
Así que debes tomar en cuenta si deseas desarrollar un espíritu de liderazgo, es la relación que manejas con tu entorno.
Es ahí lo importante de evaluar sí tú actitud está inspirando, motivando e impulsando a otros, a ser mejores personas cada día; esa es la verdadera esencia de un líder.
Un don de liderazgo puede darse de manera innata en una persona, pero en la mayoría de las veces las personas se convierten en líderes debido a la forma en que responden a ciertas circunstancias.
Jhon Quincy Adams, ex presidente de Estados Unidos, en uno de sus discursos señaló “Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y convertirse en algo más, entonces eres un líder” y es así, un líder es aquel que dirige su enfoque en servir a la gente y no sobrepone jamás sus intenciones personales.
Así que si deseas desarrollar este espíritu en ti, debes cuidar el tipo de relaciones que tienes con los demás, además de entender que primero te debes a la gente.
Acá algunas cualidades que debes tener para desarrollar un espíritu de liderazgo
Aprende a comunicarte: La comunicación es clave, debes expresar tus ideas y definir qué es lo que deseas de tu equipo.
Los líderes inteligentes buscan siempre tener una comunicación que tenga una orientación exacta de lo que se quiere.
Asimismo buscan escuchar las propuestas, ideas o sugerencias de su equipo o personas que los acompañan en determinada tarea.
Con una comunicación efectiva siempre lograrás buscar y tener soluciones tangibles, podrás tomar decisiones asertivas y además conocerás las habilidades de las personas que te rodean.
Establece metas y objetivos: Si un equipo no sabe hacia dónde va dirigido sus resultados jamás serán productivos. Debes establecer metas claras, bien sea ¿qué quieres hacer?, ¿hacia dónde vas? y evaluar siempre el desarrollo de cada uno de ellas.
Si no hay visión clara, cada uno avanzara bajo su propio enfoque, pero no tendrán sintonía alguna.
Conoce y reconoce las fortalezas de tu equipo: Esto es bien importante, primero debes conocer cuáles son las fortalezas que identifican a cada persona que pertenece a tu equipo, asimismo debes reconocérsela y promoverlo e inspirarlo a trabajar con ellas.
Las fortalezas debes aprovecharlas al máximo y también debes motivarlos a que las desarrollen al 100% para que apunten siempre a la creatividad e innovación con lo que más les guste hacer.
Ten la capacidad de influenciar: Muchas personas piensan o confunden esta palabra de influenciar con manipulación y no es así. Manipulación es cuando forzas la acción o el pensamiento, mientras que la influencia busca orientar y motivar a pensamientos claros que mejoren la actitud de las personas.
Se carismático pero no olvides tener carácter: Carisma es ser agradable ante los ojos de las personas, es poder sonreír en momentos oportunos, dar una palmada, un abrazo, saludar y crear ambientes agradables.
Sin embargo la mayoría prefiere líderes muy carismáticos, esto no quiere decir que no demuestres tu carácter y corrijas siempre las deficiencias, esto es lo más sano para el equipo.
Apunta hacia la creatividad: Debes siempre proponer y nunca dejar de hacer, si tienes un pensamiento creativo y siempre buscas innovar, ten por seguro que jamás aburrirás a tu equipo.
Albert Eisten dijo “La creatividad es la inteligencia divirtiéndose”. Es por eso que debes buscar siempre nuevas ideas y un pensamiento original.
Dirige tú liderazgo con actitudes proactivas y busca siempre sumar energías positivas en todo tu equipo.
Enseña con tú ejemplo: Un líder no es solo aquel que la las directrices de cómo se debe hacer determinada labor, al contrario busca siempre motivar y enseñar con su propia actitud lo que se debe y no se debe hacer.
Es aquel que exige con fundamentos y es responsable en cada tarea.
Desarrolla el servicio: La mejor forma de contagiar a tu equipo, es cuando te vuelves su servidor, esto no quiere decir que te vas a menospreciar ante ellos, pero si algo le falta a nuestra sociedad actual, es líderes que no sobre pongan su posición y entiendan que la humildad es clave para desarrollar un espíritu de liderazgo.
Lo que sí y lo que no de un líder
Un líder aplaude y agradece el trabajo de su equipo, es decir Estimula.
Un líder jamás corrige las deficiencias de una persona en público, es decir No avergüenza.
Un buen líder no maltrata ni traiciona a su equipo, le da Confianza.
Se interesa por las opiniones de su equipo, es decir Escucha.
Un líder no manda, al contrario Inspira.
Un buen líder cambia el YO lo hice por NOSOTROS lo hicimos.
Así que si etas desarrollando un liderazgo dentro de una organización, comunidad o empresa, toma estos consejos y jamás caiga en los errores que te harán tener un ambiente toxico y desagradable, lo cual no permitirá que alcances objetivos.